LAS EMOCIONES
LAS EMOCIONES
Lic. Giselle Pitaro Hoffman, docente del Tramo de formación docente de nuestro nivel terciario
Imaginemos que estamos viajando en avión y de repente hay turbulencia: una situación de peligro inminente. Caen las máscaras de oxígeno, miramos a nuestros hijos sentados a nuestro lado y la pregunta es: ¿quién se pone primero la máscara?
La respuesta es nosotros, los grandes.
En este contexto de encierro debemos comprender en primer lugar qué es lo que sentimos respecto de lo que está sucediendo. Las emociones juegan un papel primordial y somos los adultos quienes debemos primero tener en claro qué nos sucede frente a los cambios y a la incertidumbre, para poder acompañar y contener a los niños/as y adolescentes. Debemos sentarnos a reflexionar y comprender qué necesitan de nosotros, qué podemos brindarles.
La intención de este texto no es convertirlo en un recetario, apenas en un llamado a la reflexión ya que nos hemos quedado perplejos ante una situación sin precedentes. Aun así, podremos sacar de nuestra caja de fortalezas aquellas necesarias para atravesar esta crisis y acompañar a los chicos.
¿De qué manera?
• Reordenando rutinas.
Si bien sabemos que los chicos se acuestan y levantan más tarde, es importante contar con un horario para cada cosa: sueño, comidas, ocio, tarea.
Los jóvenes deben dormir antes de las 11 de la noche y asegurarles un descanso entre 8 y 10 horas. Es una época en la que crecen mucho y necesitan dormir bien.
En cuanto a las comidas es importante que haya horarios ya que el encierro y el aburrimiento suelen incrementar los niveles de ansiedad. También debemos controlar la calidad de los alimentos que ingieren.
Debe haber un momento de esparcimiento y lo ideal es desempolvar juegos de mesa para paliar el impacto del exceso de pantallas.
La tarea también debe tener un horario adecuado que no se extienda más allá de las 17hs.
• Aprovechando este tiempo para aprender con ellos.
La tecnología es una gran aliada para transitar el encierro que produjo la pandemia y ésta es una gran oportunidad de ampliar y profundizar conocimientos. Hay propuestas de diferentes organizaciones para aprender a programar, por ejemplo.
• Validando las emociones.
Habrá momentos en donde todos estaremos un poco deprimidos. Es así como frases como “entiendo que estés enojada/o, triste o angustiado/a” ayudan a poner en palabras sentimientos que nos producen malestar y así tramitarlos mejor. Validar es aceptar que podemos tener emociones negativas que no nos hacen sentir bien, pero que debemos confiar en que luego estaremos mejor.
Evitemos frases como no llores, no es para tanto, esto no es importante porque no ayuda a elaborar la angustia y hoy en este contexto de encierro, debemos modelar formas saludables de gestionar las emociones.